Turismo histórico en Marmolejo

Durante la época de esplendor del Balneario, Marmolejo llegó a tener más de 10 hoteles y 50 casas de huéspedes gracias a la fama de sus aguas medicinales. Marmolejo era un lugar de referencia dentro de la provincia: contaba con adoquinado en todo en el centro urbano y las calles que lo unían con el Balneario disponían de acerado y pavimento a base de empiedro. Los hoteles que había en Marmolejo eran lujosos y adaptados a las necesidades de los exigentes viajeros y a las recomendaciones del médico que prescribía el agua del Balneario.

El establecimiento hotelero más antiguo se encontraba a la entrada de Marmolejo, en la conocida como calle de La Fonda, y era el hotel Los leones, construido en 1875 y que se mantuvo en funcionamiento 101 años sin más interrupción que los tres años de la Guerra Civil. En el lugar en el que hoy se ubica la calle Pinocho se encontraba el hotel Suizo, que se inauguró en 1886 y cerró sus puertas en los años 50. Debido a la cantidad de fondas y de afluencia a los hoteles de esta calle, el trazado del tranvía se amplió para que su trayecto comenzara al principio de esta calle y pudiera conectarla con el Balneario.

Todo viajero que pretendía tomar las aguas en el Balneario podía coger el tranvía en la parada que había en la puerta principal de la parroquia, en el centro de Marmolejo. El tranvía llegó a Marmolejo en el año 1916 y fue el primer tranvía de sangre de la provincia. Contaba con dos mulas para hacer el trayecto hasta el Balneario y para la subida debía enganchar otras dos mulas para salvar la empinada cuesta que lo separaba del trazado urbano de Marmolejo. Dentro del recinto del Balneario, cerca del final del tranvía había una parada de taxis y un lugar adecuado para el estacionamiento de vehículos. En 1939, debido al abandono que sufrió durante los tres años de la Guerra Civil, dejó de funcionar definitivamente.

Cerca de la parada principal del tranvía se encontraba el hotel Central, que se ubicaba enfrente de la fachada principal del Ayuntamiento, en la esquina de la calle Hospital. Este hotel abrió sus puertas en 1905 y pronto se convirtió en uno de los más populares y selectos de la localidad. Cerró sus puertas casi 80 años después de su apertura, en 1984, año en el que fue derribado para construir el edificio de pisos y locales comerciales que hay hoy en su lugar. En esta céntrica plaza se encontraba también el casino de Marmolejo, lugar de encuentro de la burguesía que visitaba la localidad.

La plaza del Amparo es otro de los lugares míticos de Marmolejo.  En la esquina de la calle Arroyo con esta plaza se encontraba otro de los alojamientos más antiguos, el hotel Castilla. Abrió sus puertas en 1920, aunque antes había sido la fonda de Isabel Casado y era más conocido como el edificio La peña. En la calle San Antonio, justo a la altura en que se abre el pasaje con el mismo nombre, se encontraba la fachada principal del hotel Cuatro Naciones, una antigua casa señorial más conocida como La casa de las torres. Era de grandes dimensiones y su puerta falsa o de carruajes se abría en la plaza de la Constitución. Ambos hoteles cerraron sus puertas en 1936, con el comienzo de la Guerra Civil.

En 1884 abre sus puertas el hotel Madrid, en la esquina de la calle Pino con la calle Arroyo. Sus habitaciones estaban dispuestas alrededor de un patio central con terraza y jardín en el que los agüistas podían conversar con tranquilidad. Cerró sus puertas en 1964. Y en la otra esquina de la calle Pino con Arroyo, justo al lado del hotel Madrid se ubicaba el hotel Zabala, que abrió al público en 1945 gracias a Benito Zabala Sáez. Ambos hoteles disfrutaron de una posición privilegiada gracias a la parada de tranvía que había en la puerta y a las caballerizas que daban a la calle Pino. Cerró definitivamente alrededor de 1960.

El último hotel de este paseo estaba mucho más alejado del resto y es el que hoy sigue abierto, el Gran Hotel Balneario. Su ubicación original no es la que tiene hoy, ya que se proyectó para que estuviera frente a la escalinata de los jardines del Balneario, pero por razones de seguridad e higiene sus dueños decidieron construirlo dentro del casco urbano. Se inauguró en el año 1927 y ahí sigue, con su fachada intacta después de la reforma realizada tras la Guerra Civil.