Personajes ilustres en el Balneario de Marmolejo

Armando Palacio Valdés

Armando Palacio Valdés (Asturias, 1853-Madrid, 1938) fue escritor y crítico literario. Su nombre está íntimamente ligado al de Marmolejo, ya que hizo famoso el municipio cuando localizó en el balneario de la localidad su obra La hermana San Sulpicio. Palacio Valdés conocía bien el municipio, pues había pasado aquí mucho tiempo tomando las aguas o alojado en alguno de los 10 lujosos hoteles que existían. Como agradecimiento por su contribución a la difusión del nombre de Marmolejo y su Balneario, el 8 de junio de 1924, la corporación municipal decidió poner el nombre del escritor a una de sus calles más céntricas. El evento contó con la presencia del escritor, que agradeció a todo el pueblo de Marmolejo la hospitalidad con la que acogían a los viajeros y el cariño con el que los trataban siempre. 

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Isabel de Borbón, la Chata

Isabel de Borbón y Borbón (Madrid, 1851-París, 1931) más conocida como La Chata fue infanta de España y princesa de Asturias. Fue la hija primogénita de la reina Isabel II y Francisco de Asís de Borbón y hermana del rey Alfonso XII. El 22 de octubre de 1915, Isabel de Borbón visita Marmolejo y su Balneario para tomar las famosas aguas de sus tres fuentes principales. Esta visita fue una de las más comentadas y de hecho así se plasmó en las crónicas de la época. El séquito que acompañaba a la infanta no se separaba ni un instante de su lado e incluso atrajo a empresarios y políticos al Balneario que buscaban la influencia de la Casa Real. 

Francisco Silvela

Francisco Silvela (Madrid, 1843-1905) fue un destacado político y académico español que llegó a ostentar diferentes ministerios, además de presidir el Consejo de Ministros durante la regencia de María Cristina y bajo el reinado de Alfonso XIII. Tras el asesinato de Cánovas del Castillo en 1897 se erigió en líder del Partido Conservador. En 1903 se retiró de la vida política y designó como sucesor a Antonio Maura. Como escritor destacó en la escritura de ensayos y en la edición de obras históricas y jurídicas. Además, colaboró en publicaciones nacionales sobre política, historia o legislación. Perteneció a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, a la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y a la Real Academia de la Historia. Francisco Silvela era un conocido aguanoso de la localidad al que está dedicada la conocida obra cómica Vida del aguanoso, aunque poco después se descubrió que junto al doctor Thebussem y el conde de Liniers había sido uno de sus redactores. De este modo, el legado de Silvela quedaría para siempre ligado a la historia del Balneario y a la de Marmolejo. 

Santiago Ramón y Cajal

Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1 de mayo de 1852-Madrid, 17 de octubre de 1934) fue un médico español, especializado en histología y anatomía patológica. Recibió el premio Nobel de Medicina en 1906. Humanista, además de científico, está considerado el líder de la llamada Generación de Sabios. Fue un asiduo aguanoso y de las visitas de Ramón y Cajal al Balneario de Marmolejo se guarda una curiosa anécdota: cuando Ramón y Cajal acudía al casino de Marmolejo solía pasarse las horas sentado en una mesa solo. Los camareros siempre se quejaban de él porque, cuando se marchaba, tenían que ir con agua y jabón a limpiar la mesa que había dejado llena de garabatos. Aquellos garabatos no eran otra cosa que bocetos del sistema nervioso y de la estructura de las neuronas.

 

Eduardo León y Llerena

Don Eduardo León y Llerena (Málaga, 1839-Marmolejo, 1900). Fue un empresario muy ligado a la provincia de Jaén, tanto por su actividad política, como por sus negocios y vínculos familiares. En el año 1883 compra, por subasta pública, las instalaciones del Balneario de Marmolejo y tras la construcción de la galería, el jardín y los manantiales lo pone en funcionamiento. Además, decide quedarse a vivir en Marmolejo, en la casa conocida como La meca, por la cantidad de personajes influyentes, políticos, miembros de la realeza y hombres de negocios que se alojaron allí. Hoy, esta casa es conocida como la de la aviadora, por su más reciente propietaria, y sigue en pie aunque ha sufrido algunas reformas. La influencia social de León y Llerena hizo posible que las aguas fueran conocidas en toda España y que los ociosos y poderosos acudieran a Marmolejo en busca de los beneficios y efectos curativos que pregonaban los que las habían probado. Además, la buena prensa que consiguió gracias a su amistad con Luca de Tena atrajo a otros muchos turistas y viajeros deseosos de probar las tan famosas aguas de Marmolejo. 

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