Historia del Balneario

En 1701 el cirujano Juan Bautista Monraneda y Molina referencia el agua de Marmolejo en uno de sus escritos. Después, en 1764, fue Antonio Capdevila, médico e investigador tarraconense, el que las recomendó en un informe. Poco después, en 1781, el médico francés Tissot las internacionalizó al referenciarlas como aguas medicinales y curativas en su libro Medicina del pueblo. Y ya en 1794, Juan de Dios Ayuda, con su Tratado sobre las principales fuentes medicinales de Andalucía le da a los manantiales de Marmolejo la fama que merecía. Para ese momento las propiedades y bondades del agua de Marmolejo eran ya más que conocidas en la localidad, pues abastecía a todos sus vecinos. En 1816 las aguas se declaran de utilidad pública, aunque hasta 1869 no son declaradas minero-medicinales y es en ese momento cuando la noticia corre de tertulia en tertulia de aristócratas, nobles, señores y ociosos adinerados. Cuando comienzan a llegar los primeros agüistas a Marmolejo la única fuente que manaba era la del Padre. En ese momento, el Ayuntamiento de Marmolejo era el dueño de la explotación y se habían establecido unas normas de funcionamiento: limpieza de fuentes, cuota de uso a turistas o caminos adoquinados. Además, el agua se tomaba según la receta del médico con unas dosis determinadas y a unas horas del día concretas. En 1882, el diputado y senador vitalicio Eduardo León y Llerena compra el balneario. Con el político al frente se lleva a cabo una transformación completa del lugar: se abren las tres famosas fuentes ―fuente Agria, San Luis y Buena Esperanza―, se construyen baños y duchas, una galería de acceso y un inmenso jardín. Y llegan también algunos litigios con los dueños de fincas colindantes para evitar que diesen agua de forma gratuita. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, Marmolejo comienza a vivir su época de mayor esplendor. La localidad no aumenta su número de habitantes ni se ensancha su trazado urbano, pero deja de ser un pueblo para convertirse en una pequeña ciudad con más de 10 hoteles a todo lujo y 50 casas de huéspedes. El nombre de Marmolejo se hace famoso por aparecer en obras literarias, atraer a políticos de distinto signo, miembros de la realeza y público adinerado en general. Durante la Guerra Civil el balneario fue usado como hospital de sangre y hasta mediados del año 1940 no recupera su actividad normal. Pese a todo lo destrozado durante la guerra, algunos hoteles se atrevieron a abrir en la década de los 40 y los 50 y el balneario vivió otra edad de oro aunque un poco más modesta. El balneario estuvo abierto hasta el año 1997 y 118 años después de venderlo, el Ayuntamiento recupera su propiedad y comienza su reconstrucción. En el año 2004 reabre sus puertas pero una crecida del Guadalquivir en el año 2009 anega las instalaciones y el balneario cierra definitivamente. En este momento, el Ayuntamiento de Marmolejo trabaja en un proyecto para su recuperación y su puesta en valor.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies